Modelo de análisis de Martín Fierro (cantos I y VII)
Actividad: llenar los
espacios en blanco, en base a lo trabajado en clase
Martín Fierro es un (1) y pertenece al género (2). Su
autor es (3), autor argentino del siglo (4). Además de la obra literaria en sí,
podemos asumir que el escritor intentó mostrar la realidad social del (5). Para
ello imita varias de sus características, costumbres y cultura. Por ejemplo,
Hernández imita la (6) del gaucho, con el objetivo de hacerlo más creíble o
realista. En este sentido, Martín Fierro se
ubica dentro de la literatura (7) ya que (8).
*El canto I y el canto VII: generalidades y forma (estructura externa)
En general, podemos decir
que estos dos cantos se diferencian claramente porque el canto I está más
vinculado en su contenido con el género (9), mientras que el canto VII se puede
asociar con el género (10) debido al ritmo que los hechos van generando.
Desde el punto de vista de
la forma (estructura externa), el canto I contiene (11) estrofas, mientras que
el canto VII tiene (12), en ambos casos la métrica es de versos octosílabos, o
sea son Versos de Arte (13). La (14) es perfecta.
*Estructura
interna del canto I
Para organizar el contenido,
podemos agrupar las estrofas de este canto en cinco grupos (estrofa I, estrofas
II y III, estrofas IV a XI, XII a XVII y de la XVIII a la XIX).
Dentro de la apología o
elogio del gaucho que aparece en este canto, se destacan como valores: el
coraje, la (15) y un sentido de (16) asociado a la moral del “ojo por ojo y
diente por diente”.
*Figuras
literarias en el canto I
En la estrofa I, aparece una
(17) entre la soledad y el canto del ave con la soledad y el canto del gaucho
que sufre una pena (Martín Fierro se refiere a sí mismo de manera indirecta,
usando la tercera persona gramatical).
En las estrofas II y III se
produce la (18) a los santos y a Dios. Este “llamado” o pedido de ayuda es
propio de una amplia tradición en la literatura. El cantor, en este caso Martín
Fierro, necesita ayuda de fuerzas superiores para contar su historia.
En los dos primeros versos
de la tercera estrofa, vemos el uso de la (19) a través de la repetición del
verbo “vengan”.
En la estrofa IV comienza a
desarrollarse el tema del canto y la forma en que Martín Fierro se compara con
cantores “letrados”.
Entre las estrofas V a XI se
repite el recurso de (20), la exageración. Se exagera la importancia del canto
para Martín Fierro y el gaucho en general. Dos ejemplos de esta figura en estas
estrofas son, en la estrofa V: (21) y en la estrofa X: (22).
A partir de la estrofa XII
Martín Fierro comienza a reivindicar sus valores como gaucho. De lo primero que
habla es del coraje o valentía (“No me hago al lao de la güella//aunque vengan
degollando”) y de su sentido de justicia (“con los blandos yo soy blando//y soy
duro con los duros”). Sin embargo, veremos en el canto VII que el gaucho y
Martín Fierro en particular, no siempre actúa con justicia ya que las razones
de Martín Fierro para matar al hombre negro en el baile no son realmente
justificadas. Esto se puede asociar también con la estrofa XVIII: “que nunca
peleo ni mato// sinó por necesidá, // y que tanta alversidá // solo me arrojó
el mal trato.”
A partir de la estrofa XIV,
el personaje-narrador comienza a referirse a su estilo de vida con orgullo, su
relación con la naturaleza y lo acostumbrado que está a esa forma errante de
vivir, sin un lugar fijo para quedarse. Esto también se puede vincular con la
(23) como uno de los principales valores para el gaucho. Es importante notar
que todas las imágenes y la función poética del lenguaje (figuras literarias:
metáforas, comparaciones, hipérboles,etc.) están siempre asociadas con el
entorno natural en el que vive el gaucho, son parte de su hábitat. Por ejemplo,
en la estrofa XVI, se utiliza una (24) para referirse al gaucho como un pájaro.
Se puede observar cómo ese estilo de vida y el sentido de libertad están
vinculados también al desarraigo, la falta de vínculos estables: “Yo no tengo
en el amor//quien me venga con querellas” (estrofa XVII). También en esta
estrofa se puede observar el uso de (25) cuando dice: “yo hago en el trébol mi
cama//y me cubren las estrellas.”
En la última estrofa del
canto, en la XIX, Martín Fierro vuelve a presentarse en tercera persona
gramatical como “un gaucho perseguido” (haciendo referencia a su deserción del
ejército y que es perseguido por la policía). En esta estrofa el personaje
alude a su pasado familiar, por contraste con el presente. Un pasado que la
sociedad podía considerar honesto, digno y un presente en que el gaucho está
mal considerado: “y sin embargo la gente//lo tiene por un bandido.” También en
esta estrofa se utiliza el hipérbaton,
remarcando la expresión. Un hipérbaton
es una figura literaria que consiste en la alteración del orden sintáctico
habitual: “que padre y marido ha sido// empeñoso y diligente”, en vez de decir
“que ha sido un empeñoso y diligente padre y marido”, por ejemplo.
Canto VII
*Generalidades
Como ya dijimos, por
comparación con el canto I, el canto VII es mucho más claramente narrativo ya
que podemos extraer de este canto una “anécdota” que va a tener tres
protagonistas: Martín Fierro y la pareja de raza negra. Todo el canto se
desarrolla en un baile, si bien las primeras cuatro estrofas son introductorias
acerca de la situación en la que se encontraba Martín Fierro cuando “por
desgracia” se enteró de este baile que lo llevaría a emborracharse y terminar
matando a un hombre de manera injustificada.
*Estructura
externa
Este canto tiene varias
diferencias con el canto I. Se compone de 34 estrofas, 33 de ellas tienen (26)
y la estrofa número XXX es una (27). En esa estrofa podemos observar claramente
la relación entre forma y contenido, ya que el ser más extensa también se
relaciona con el momento de anti-clímax
en la narración (cuando la mujer comienza gritar, dolorida e impactada por la
muerte de su pareja), luego del clímax
de la narración (el momento en que Martín Fierro acuchilla de muerte al hombre
negro). La métrica se mantiene de versos (28) y la rima sigue siendo (29)
aunque varía su posición ya que también varía la cantidad de versos por
estrofa.
*Figuras
literarias en el canto VII y comentario del texto
La primera estrofa comienza
con una (30) cuando Martín Fierro comienza el relato diciendo “De carta de más
me vía”. Se presenta a sí mismo como una carta que “sobra” en el mazo. En la
tercera estrofa el personaje-narrador resume su situación resaltando lo que no
tenía: “No tenía mujer, ni rancho,//y a más, era resertor,//no tenía una prenda
güena//ni un peso en el tirador.”
La narración de lo sucedido
comienza propiamente en la estrofa V, allí se incluye una catáfora, que implica anticipar algo que se comprenderá en el
futuro del texto: “Supe una vez por desgracia”. Martín Fierro, al recordar el
episodio, lo considera una “desgracia” porque sabe lo que pasó (el asesinato
del hombre negro).
Las estrofas VI y VII nos
ubican en el contexto del baile y cómo fue que Martín Fierro terminó borracho.
Ya en la estrofa VII,
comienza la narración incluyendo los otros personajes. El primer recurso o
figura literaria que se destaca es el retruécano:
“va…ca…yendo gente al baile.”
El retruécano consiste en la repetición de una palabra o frase,
intercambiando o invirtiendo el orden de sus términos en la siguiente palabra o
expresión con el fin de obtener un nuevo significado. Esto se ve claramente en
el ejemplo de esta estrofa ya que, al mismo tiempo, Martín Fierro hace el juego
de decir “va cayendo gente al baile” y “vaca
yendo al baile”; refiriéndose de manera ofensiva a la mujer que comprende
perfectamente la grosería. Esta es la primera provocación verbal de Martín
Fierro que terminará con el enfrentamiento a cuchillo con el otro hombre.
En la estrofa XII, la
“coplita fregona” deja en evidencia el racismo de Martín Fierro. Este es un aspecto
social del poema escrito por Hernández que no debe perderse de vista, siendo
que el gaucho era considerado un delincuente (a partir del alambramiento de los
campos, en el siglo XIX) y sin duda también era discriminado, teniendo un lugar
marginal en la sociedad. Pese a ello, en este canto vemos cómo el gaucho
discrimina al negro como alguien inferior, esto se confirma con el trato
sexista que Martín Fierro da a la mujer (estrofa XI: “me gusta… pa la carona”,
comentario de alusión sexual) y a los negros en general, incluso también luego
de haberlo matado, por su actitud tranquila y despreocupada ante lo que acaba
de hacer.
A partir de la estrofa XIII
se incluye al hombre negro en la narración, quien sale en defensa de su
compañera y también recibe una provocación por parte de Martín Fierro:
“po…r…rudo que un hombre sea//nunca se enoja por esto” (estrofa XIV, se vuelve
a utilizar el retruécano como recurso de doble sentido: rudo y que tiene porras,
aludiendo al cabello del negro). Luego de contestarle, a partir de la estrofa
XV comienza la reacción del hombre negro y el enfrentamiento físico, la pelea
de cuchillo.
Entre las estrofas XV y la
XXVIII se desarrolla la pelea. Finalmente, en la estrofa XXIX se produce el clímax, cuando Martín Fierro mata al
hombre negro.
El clímax designa el momento de máximo interés, de máxima tensión
entre las fuerzas enfrentadas, ya sea en el marco de una narración o en una
obra de teatro. En este caso, las “fuerzas enfrentadas” son las de los dos
personajes, entre el gaucho y el negro. A partir del clímax comienza el proceso
que desembocará en el desenlace.
Ya en los últimos dos versos
de la estrofa XXIX, Martín Fierro alude a su remordimiento, recordando la
situación desde el presente: “Nunca me puedo olvidar//de la agonía de aquel
negro.”
Es por esto que la estrofa
XXX, más larga que todas las demás, funciona como anticlímax. Bruscamente, se interrumpe el ritmo vertiginoso de la
pelea, el ritmo rápido dado por las estrofas de cuatro versos se enlentece con
esta décima en la que se produce el momento más emotivo del canto. Aparece
también la brutalidad del gaucho que pensó en pegarle a la mujer para hacerla
callar, aunque prima la conciencia de que ha matado a su pareja y desiste de su
propósito. Es la ley del más fuerte, la lucha por la supervivencia, como dice
el poema de Borges “El gaucho”: “la fe del hierro y el coraje”.
En las estrofas XXXII a
XXXIV tenemos la visión de lo sucedido en retrospectiva, contada por Martín
Fierro: “Después supe…”, “dicen que dende entonces…”, “Yo tengo intención a
veces…” Aparece un cierto remordimiento en el personaje asociado a cierta
religiosidad, una de las cosas que destaca es que supo que “sin rezarle lo
enterraron” (estrofa XXXII) y a veces tiene la intención “de sacar de allí los
güesos//y echarlos al camposanto.”
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